Después de tanto. . .

Después de tanto al fin puedo escribir y comentar una gran cantidad de ideas que siempre están aquí, dentro de mi cabeza entretejiendo un dialogo interior demasiado complejo, en ocasiones absurdo, en otras sumamente claro, lúcido hasta brillante pero que, para bien o para mal en muy pocas ocasiones es expuesto ante una audiencia,
Como decía Tolkien se va formando en el humus de la mente y de ella se alimenta, y cada vez ocupa más mi tiempo y  atención, en ocasiones hasta me molesta que alguien interrumpa este dialogo interno, pues corta de un tajo todo el hilo conductor de ideas aparentemente inconexas pero que siguiendo dicho hilo se encuentra su sentido, su intersección a veces caminando juntas un tramo en otras solo modificando o cambiando la dirección de la una o la otra pero invariablemente hipnóticas, dotadas de no se qué clase de magia envolvente, subyugante, enajenante, relajante...
Así, que aquí estoy después de tanto, ante un espacio en blanco dispuesto para que plasme en él mis ideas y las comparta, pero quiero poder transmitir aquí, toda esa magia de la que soy objeto a través de mi mente, aunque debo decir que no siempre me transportan mis pensamientos a esa tranquilidad, en otras ocasiones después de observar y analizar la realidad que me rodea, no es paz lo que siento sino una profunda impotencia por no poder hacer nada o casi nada para modificar toda esta cadena de injusticias y sinsentidos que tapizan la realidad nacional, perjudicando no solo a las personas que conformamos en este momento al Estado sino a generaciones venideras.
Detesto pensar en la imagen que tienen de nosotros mexicanos en el extranjero, detesto que los gobernantes no tengan amor a la patria, a los conciudadanos, al territorio, en una palabra a la NACIÓN.